miércoles, 2 de junio de 2010

En mi cabeza




Querida inquilina:
Ya que permaneces tanto tiempo en mi cabeza o entras y te paseas por ella con tanta frecuencia y confianza como el aire que llena mis pulmones o la sangre que corre por mis venas, estaba tentado a cobrarte un alquiler para llevar mejor estos tiempos de crisis. Pero ante el pensamiento de perderte o tener que echarte por insolvente e preferido plantearte que traigas tus cosas y yo lleve las mías por lo que me pueda perder en ti con la misma comodidad que tu lo haces en mi.

2 comentarios:

samuel aleister dijo...

Ey!!!

El texto es tuyo??? Me mola!!! Está genial.

Miguel dijo...

Sí, es producción propia