Érase una vez en un tiempo en que la gente caminaba allá donde iba con pequeños aparatos que le permitía comunicarse con otras personas por muy cerca o lejos que estuvieran entre si, esta tecnología en poco tiempo se transformó en una necesidad impuesta y auto impuesta...
En todas nuestras ciudades, en cada calle se fueron ubicando sus avanzadillas que pronto pasaron a ser puestos permanentes, que llevaron a cabo una guerra silenciosa e implacable contra la tecnología dominante, a la que lentamente pero sin pausa ha ido reduciendo y acorralando en reservas en la mayoría de los casos como se puede ver en las fotos, inútiles e inservibles para su uso original para el que fueron creadas.
En todas nuestras ciudades, en cada calle se fueron ubicando sus avanzadillas que pronto pasaron a ser puestos permanentes, que llevaron a cabo una guerra silenciosa e implacable contra la tecnología dominante, a la que lentamente pero sin pausa ha ido reduciendo y acorralando en reservas en la mayoría de los casos como se puede ver en las fotos, inútiles e inservibles para su uso original para el que fueron creadas.
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